El pasado jueves 17 comenzó en el Tribunal Oral Penal n*2 el juicio contra Aldo Breard. El personal trainer y coreógrafo de comparsas tiene cinco denuncias de abuso sexual, de las cuales una era gravemente ultrajante.

Las primeras denuncias contra el imputado comenzaron en el 2022, de esas catorce denuncias sólo cinco por diversos motivos, elevaron a juicio la causa.

De las denuncias que eran parte del proceso, cuatro eran por abuso sexual simple y una por abuso sexual gravemente ultrajante.

Los abusos denunciados datan desde el 2006 hasta el 2018, con sobrevivientes que para el momento de los hechos eran menores.

En el marco del juicio ese jueves se esperaba la declaración de dos de las denunciantes, pero la defensa compuesta por los Hector Mierez y Daniel González, pidió la prescripción de tres denuncias.

Tras dos horas y media de debate el Tribunal aprobó el pedido de la defensa y habilitó por primera vez en la provincia un juicio por la verdad.

Por un lado, cabe destacar que los juicios por la verdad no refieren sentencias con penas, sino sólo condenas sociales.

Por otro, de esas tres denuncias que quedaron fuera del juicio, una es la que implica el abuso sexual gravemente ultrajante.

Al día siguiente, el viernes 18, el Tribunal citó a las cinco denunciantes para explicarles los motivos del fallo a favor de la defensa, qué son los juicios por la verdad y cómo continuaría el proceso.

Hasta el jueves 31 las denunciantes pueden optar por la posibilidad de acceder al juicio por la verdad, mientras que el juicio principal continúa el 6 de noviembre.

La querella, a cargo de Conrado Rudy Pérez, confirmó a la prensa la apelación del fallo del Tribunal ante el Superior Tribunal de Justicia. Se espera antes de ese 6 de noviembre, la resolución del órgano judicial.

Los aparentes nexos

Tras lo sucedido esos dos días, distintas informaciones circularon en la prensa local, referentes a aparentes nexos entre el presidente del TOP n*2, Román Esquivel, y la defensa.

Acorde a fuentes judiciales extraoficiales, Héctor Mierez sería parte de un estudio jurídico donde Esquivel figuraría como dueño, junto a otra persona.

Por su posición judicial, el presidente del TOP sólo pondría su nombre, pero no podría firmar nada.

A la par, el estudio jurídico sería gestionado por un familiar directo de Esquivel y sumado a esta información, Daniel González, también sería familiar del presidente del Tribunal.

Tanto Román Esquivel como el estudio jurídico no se han expresado al respecto de la situación hasta el momento.